domingo, 6 de enero de 2013


La plaza de la revolución.
La avenida más ilusionante por la que pasé nunca.
El pueblo más feo en el que he vivido hasta ahora.
Las estaciones de metro llenas de vida.
La calle más musical de toda la capital.
La plaza donde unos hacen botellón y nosotros nos hicimos fotos.
El palacio donde no viven los reyes.
La noche que nos tumbamos delante de la catedral.
Los alrededores del teatro donde no hace mucho, los Goya.
La sala de teatro más pequeña en la que he estado.
El teatro más impresionante que he pisado.
El mejor concierto de mi vida.
La primera vez que vi cero grados.
Una residencia con tres paredes.
Un tren para reflexionar.
A veinte minutos del kilómetro cero.
El parque de los recuerdos de aquel mayo de 2008.
Donde conocí a tantos.

Tanta gente,
Aunque a veces pocas personas.
Pero muchas con las que compartir.

La radio en directo.
La música en directo.
El teatro en directo.
Casi el cine en directo.
Los días inexplicables.
La ciudad con más escenarios,
teatro, música
arte, cine,
todo junto.

Mucha ilusión, mucha pasión,
mucho entusiasmo.

Vienen de todas partes
y todos son más que bienvenidos.

Los que he conocido,
los que conoceré,
la magia, la gente, las calles,
el ambiente.

Desde El Retiro a la Almudena,
o al Palacio Real.
Pasando por la Puerta de Alcalá, Cibeles,
atravesando toda Gran Vía.
Dejando al fondo Plaza de España,
girando por Callao
y bajando por Preciados,  
llegas
entonces
a SOL.

Qué rabia me da
que los madrileños
no se den cuenta
de la magia
de MADRID.

No hay comentarios:

Publicar un comentario