-Explícame
cómo hemos llegado a esto.
-¿Cómo
hemos llegado a qué?
-Son
las tres de la mañana y estamos en una biblioteca los dos solos y a oscuras,
tirados en el suelo… ¿Te parece normal?
-¿Hacemos
tú y yo algo normal?
-No,
gracias.
Se
quedaron callados un rato.
-Es
divertido.
-¿El
qué?
-Esto.
-¿Tumbarse
y mirar a oscuras el techo de una biblioteca enorme?
-No,
darte cuenta de cómo aquella cámara de seguridad se está moviendo hacia
nosotros –contestó él mientras sonreía.
Ella
se levantó rápidamente y miró a todas partes buscando la cámara.
-¿Dónde?
Silencio.
-¿Dónde?
–repitió.
-Tranquila
–dijo él- ¿Qué nos van a hacer? ¿Realmente crees que hay alguien vigilando esas
cámaras ahora mismo?
-No,
claro, se mueve sola.
-Probablemente
sí.
Silencio.
-Echo
de menos el mar.
-Vuelve
–le soltó él.
-No.
-
¿Por qué?
-
¿Nunca sentiste eso de… estar allí y echar de menos estar aquí, y estar aquí y
echar de menos estar allí?
-
Más veces de las que me gustaría. Míralo por el otro lado. Tienes dos casas.
-
Lo que tengo son dos vidas. Y no sé si eso es bueno.
-
Eso es genial, aunque todavía no lo veas.
(13/1/2011)
qué bonito ♥
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